Crítica de TV

El Chavo del Ocho animado, ahora por Cartoon Network.
Parte del éxito del Chavo radica en su infinita sindicación en televisión abierta. Mis recuerdos con el personaje me remontan a épocas donde veía a mi abuelita disfrutar por igual, cada uno de sus capítulos; quizá no se reía de las mismas cosas que yo, pero se enterneció con el episodio en que la vecindad viajó a Acapulco, y lloró cuando en unísono le gritaban ratero al pobre Chavo.
Si bien la producción del programa se inició en 1972 (culminando en 1980), la generación que lo vio por primera vez en la televisión y aquella que lo sintonizó en transmisiones posteriores, tienen un sentido de pertenencia único.
Ahora El Chavo tiene una nueva casa, Cartoon Network. Junto con El Chavo animado, un producto disparejo que convierte a los personajes en muñequitos influenciados por el anime, el canal se encarga de llevar al clásico personaje a nuevos ojos, con emisiones diarias a las 09:00.
Roberto Gómez Bolaños le dio a México y al mundo, un personaje casi universal, que seguirá saliendo y entrando del barril por años.
Envidio a aquellos niños que verán El Chavo por primera vez.